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Relación entre el Autismo y el Desorden de Procesamiento Sensorial

  • Foto del escritor: Jesus Gomez Frye
    Jesus Gomez Frye
  • 30 ago 2024
  • 4 Min. de lectura


El autismo y el Desorden de Procesamiento Sensorial (DPS) están intrínsecamente conectados, con el DPS siendo una de las características más prevalentes en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Según el Dr. Lucy Jane Miller, una reconocida investigadora en el campo del procesamiento sensorial, "el 80% de los niños con TEA también muestran síntomas de desorden de procesamiento sensorial, lo que afecta su capacidad para participar en actividades diarias y sociales de manera efectiva" (Miller, 2007).


¿Qué es el Desorden de Procesamiento Sensorial?


El Desorden de Procesamiento Sensorial (DPS) es una condición que afecta la manera en que el cerebro procesa y responde a la información sensorial proveniente del entorno. Las personas con DPS pueden tener dificultades para interpretar y organizar los estímulos que perciben a través de los sentidos, lo que puede generar respuestas inusuales o desproporcionadas a estímulos sensoriales comunes.


¿Cómo se Manifiesta el DPS?


El DPS puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo de si la persona experimenta hipersensibilidad (sobre-reacción a estímulos) o hiposensibilidad (sub-reacción a estímulos). En casos de hipersensibilidad, estímulos sensoriales normales, como luces brillantes, ruidos fuertes, o ciertas texturas, pueden ser percibidos como abrumadores o incluso dolorosos. Por ejemplo, como describe la Dra. Temple Grandin, los sonidos agudos podían ser tan insoportables que la hacían saltar de su asiento o cubrirse los oídos, comparando esta experiencia con "ser apuñalada con un cuchillo" (Grandin, 1995).

Por otro lado, en casos de hiposensibilidad, una persona puede no reaccionar a estímulos que normalmente causarían una respuesta en otros, o pueden buscar estímulos intensos para sentirse más "conectados" con su entorno. Esto puede llevar a comportamientos repetitivos o a la búsqueda de sensaciones extremas, como el contacto físico intenso o el movimiento constante, para compensar la falta de respuesta sensorial.


El Impacto del DPS en la Vida Cotidiana


El DPS puede afectar significativamente la vida diaria de las personas. La Dra. Lucy Jane Miller, una de las principales investigadoras en el campo del procesamiento sensorial, explica que "los niños con DPS pueden tener problemas para participar en actividades normales, como vestirse, comer, o interactuar con sus compañeros, debido a la manera en que sus cerebros procesan las sensaciones" (Miller, 2006). Esta condición no solo impacta las actividades diarias, sino también las relaciones interpersonales, el aprendizaje, y el bienestar emocional.

Las personas con DPS pueden sentirse constantemente abrumadas por su entorno, lo que puede llevar a la evitación de ciertas actividades o lugares. En el caso de los niños, esto podría significar evitar la escuela o el recreo debido al ruido y la confusión, mientras que los adultos pueden desarrollar estrategias de evitación para lidiar con las situaciones que les resultan incómodas o dolorosas.


La Intersección entre el Autismo y el DPS


El Dr. Stephen Porges, creador de la Teoría Polivagal, ha explicado que "los individuos con TEA suelen tener un sistema nervioso extremadamente sensible, lo que puede amplificar las respuestas a estímulos sensoriales normales, haciendo que situaciones cotidianas se sientan abrumadoras o incluso dolorosas" (Porges, 2011).

  1. Hipersensibilidad Sensorial: Muchas personas autistas experimentan una hipersensibilidad, donde estímulos que para otros son inofensivos pueden percibirse como extremadamente invasivos. La Dra. Olga Bogdashina, autora y experta en autismo, señala que "la hipersensibilidad puede provocar respuestas intensas a estímulos visuales, auditivos o táctiles, lo que lleva a la evitación de situaciones o lugares que puedan desencadenar estas sensaciones" (Bogdashina, 2003).

  2. Hiposensibilidad Sensorial: Por otro lado, algunos individuos con TEA pueden tener una hiposensibilidad, lo que les lleva a buscar activamente estímulos más intensos. El Dr. John Elder Robison, un autor y defensor del autismo, describe cómo "muchos niños autistas buscan estimulación física intensa, como saltar o chocar contra cosas, porque su cerebro no recibe suficiente información de su cuerpo para sentirse 'normal'" (Robison, 2007).

  3. Impacto en la Vida Diaria: Las dificultades sensoriales pueden interferir en diversas áreas de la vida, desde la capacidad para concentrarse hasta las relaciones interpersonales. La Dra. A. Jean Ayres, quien desarrolló la terapia de integración sensorial, enfatiza que "la disfunción en el procesamiento sensorial puede llevar a problemas de comportamiento, dificultades de aprendizaje y desafíos en la vida diaria que son malinterpretados como problemas emocionales o de disciplina" (Ayres, 1972).

  4. Estrés y Ansiedad: La sobrecarga sensorial o la falta de estimulación adecuada puede generar altos niveles de estrés y ansiedad. La Dra. Lorna Wing, pionera en la investigación del autismo, comentó que "la incertidumbre y la imprevisibilidad de los estímulos sensoriales pueden ser una fuente constante de ansiedad para las personas autistas, lo que afecta su bienestar general" (Wing, 1996).


Estrategias de Apoyo y Adaptación


Para ayudar a las personas con autismo y DPS a manejar estos desafíos, es vital implementar estrategias de apoyo personalizadas.

  • Entornos Sensibles: La creación de entornos que minimicen los estímulos abrumadores es crucial. La Dra. Therese J. Willkomm, una experta en adaptación ambiental, sugiere que "ajustar la iluminación, el ruido ambiental y las texturas en el entorno puede ayudar significativamente a las personas con TEA a sentirse más seguras y cómodas" (Willkomm, 2014).

  • Terapias Sensoriales: La terapia de integración sensorial es una de las intervenciones más efectivas. Según la Dra. Jane Case-Smith, "estas terapias ayudan a las personas con TEA a organizar mejor las sensaciones en su cuerpo y en su entorno, reduciendo el estrés y mejorando la capacidad de interactuar con el mundo que les rodea" (Case-Smith, 2015).

  • Educación y Sensibilización: El conocimiento es poder. Según el Dr. Tony Attwood, "educar a las familias, educadores y profesionales sobre las necesidades sensoriales de las personas autistas es fundamental para crear un entorno más inclusivo y comprensivo" (Attwood, 2008).


Conclusión


La conexión entre el autismo y el Desorden de Procesamiento Sensorial es evidente y significativa. Reconocer esta relación es esencial para brindar el apoyo adecuado y mejorar la calidad de vida de las personas autistas. Como dice la Dra. Temple Grandin, "entender cómo una persona autista percibe el mundo es el primer paso para ayudarlos a vivir mejor dentro de él" (Grandin, 1995).


Referencias y Recursos Adicionales:

  • Miller, L. J. (2007). Understanding SPD in Children.

  • Grandin, T. (1995). Thinking in Pictures.

  • Porges, S. (2011). The Polyvagal Theory.

  • Bogdashina, O. (2003). Sensory Perceptual Issues in Autism.

  • Robison, J. E. (2007). Look Me in the Eye.

  • Ayres, A. J. (1972). Sensory Integration and Learning Disorders.

  • Wing, L. (1996). The Autistic Spectrum.

  • Willkomm, T. J. (2014). Assistive Technology Solutions.

  • Case-Smith, J. (2015). Occupational Therapy for Children and Adolescents.

  • Attwood, T. (2008). The Complete Guide to Asperger's Syndrome.

 
 
 

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