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Fomentando la Independencia en Niñas y Adolescentes con Autismo - Parte II

  • Foto del escritor: Jesus Gomez Frye
    Jesus Gomez Frye
  • 28 mar
  • 6 Min. de lectura


El desarrollo de habilidades sociales es un aspecto clave para fomentar la independencia en niñas y adolescentes autistas. A diferencia de lo que comúnmente se piensa, la autonomía no solo se basa en realizar actividades por cuenta propia, sino también en la capacidad de interactuar con el entorno de manera efectiva, construir relaciones significativas y expresar necesidades y emociones de forma clara.

Para muchas niñas y adolescentes autistas, las interacciones sociales pueden ser desafiantes debido a dificultades en la interpretación del lenguaje no verbal, la comunicación implícita o la gestión de conflictos. Sin un apoyo adecuado, estas dificultades pueden afectar su confianza y limitar su capacidad para desenvolverse en distintos entornos, desde la escuela hasta la vida adulta.

Sin embargo, con estrategias adecuadas y un enfoque respetuoso hacia su estilo de comunicación y socialización, es posible fortalecer estas habilidades de manera significativa. Enseñar explícitamente las dinámicas de la amistad, ofrecer herramientas para la comunicación verbal y no verbal, y guiarlas en la resolución de conflictos son pasos fundamentales para ayudarlas a desenvolverse con mayor seguridad.

En esta sección, exploraremos diferentes estrategias para potenciar las habilidades sociales en niñas y adolescentes autistas, respetando su individualidad y promoviendo una socialización basada en el bienestar y la autenticidad.

 

1. Comprender las Necesidades Individuales


Cada adolescente o mujer autista tiene una forma única de comunicarse y socializar. Mientras algunas pueden disfrutar de la interacción en grupos pequeños o con amigos cercanos, otras pueden preferir la comunicación uno a uno, a través de medios escritos o en contextos estructurados. Es importante reconocer que no existe una única manera “correcta” de socializar, y que el bienestar emocional debe ser la prioridad.

Muchas personas autistas experimentan ansiedad o agotamiento social debido a la necesidad de interpretar señales no verbales, gestionar la sobrecarga sensorial o enmascarar sus rasgos para encajar en entornos neurotípicos. Por ello, es fundamental observar y comprender sus necesidades individuales sin imponer expectativas externas.


🔹 Estrategias para conocer sus preferencias sociales:

✅ Observar en qué situaciones se sienten cómodas o incómodas. Es importante prestar atención a cómo reaccionan en distintos entornos sociales. ¿Se sienten más a gusto en interacciones estructuradas, como un club de lectura o una clase de arte, en comparación con reuniones espontáneas? ¿Prefieren conversar sobre temas específicos en lugar de participar en charlas informales? Estas observaciones pueden ayudar a ajustar su entorno social a sus preferencias.

✅ Preguntarles directamente (si es posible) qué tipo de interacciones les resultan agradables. Si tienen la capacidad y comodidad para expresarlo, preguntar de manera abierta y sin presiones puede proporcionar información valiosa. Algunas preguntas útiles pueden ser:

  • "¿Te sientes más cómoda hablando con una persona a la vez o en grupo?"

  • "¿Prefieres comunicarte en persona o por mensajes?"

  • "¿Cómo te gustaría que te apoyara cuando estás en una situación social difícil?"

Si la persona tiene dificultades para expresar sus preferencias verbalmente, se pueden explorar herramientas visuales, encuestas o registros escritos que le permitan comunicar cómo se siente en diferentes situaciones.


✅ Validar su estilo de socialización sin forzar interacciones que generen malestar. Muchas adolescentes y mujeres autistas han experimentado presión para interactuar de formas que no les resultan naturales, lo que puede generar estrés y agotamiento. Es importante recordar que no todas las personas disfrutan de la socialización en el mismo nivel o frecuencia. Respetar su necesidad de espacios tranquilos, comunicación alternativa o incluso la preferencia por la soledad es esencial para su bienestar.


2. Enseñar Habilidades de Comunicación Verbal y No Verbal


La comunicación es un aspecto fundamental en la interacción social, pero muchas adolescentes y mujeres autistas pueden enfrentar desafíos en este ámbito. Comprender expresiones faciales, tono de voz, lenguaje corporal o incluso el significado implícito de ciertas frases puede ser difícil, lo que puede dar lugar a malentendidos o frustración en la socialización.

Es importante reconocer que no todas las personas autistas expresan o interpretan la comunicación de la misma manera que los neurotípicos, y eso no significa que haya algo "incorrecto" en su forma de comunicarse. En lugar de forzar una adaptación rígida a normas sociales convencionales, el objetivo debe ser brindar herramientas para que la comunicación sea clara, comprensible y funcional, respetando su estilo y necesidades individuales.


🔹 Estrategias para fortalecer la comunicación:

✅ Uso de apoyos visuales: Muchas personas autistas procesan la información de manera más efectiva cuando esta se presenta de forma visual. Para mejorar la comprensión de expresiones faciales, tono emocional y lenguaje corporal, se pueden utilizar:

  • Tarjetas con imágenes de expresiones faciales junto con descripciones de emociones.

  • Videos o ilustraciones que muestren el significado de gestos comunes en la comunicación.

  • Diagramas o mapas conceptuales sobre el flujo de una conversación (inicio, desarrollo, cierre).

  • Aplicaciones interactivas diseñadas para el aprendizaje de habilidades sociales.

📌 Ejemplo práctico: Mostrar diferentes fotos de expresiones faciales y pedir a la persona que identifique la emoción, explicando en qué detalles se fijó (ojos, cejas, boca, etc.).

✅ Juegos de roles: Practicar situaciones sociales en un entorno seguro y estructurado ayuda a reducir la ansiedad y mejorar la confianza al interactuar con los demás. Algunas formas de hacerlo incluyen:

  • Simular conversaciones comunes, como saludar a alguien, pedir información o disculparse.

  • Representar distintas emociones en un espejo para identificar cómo se ven en uno mismo.

  • Explorar escenarios más complejos, como expresar desacuerdo de forma respetuosa o rechazar una invitación sin sentirse incómoda.


✅ Películas o series con análisis guiado: El cine y la televisión pueden ser herramientas útiles para aprender sobre lenguaje no verbal y dinámica social de una manera más natural y entretenida. Para ello, se recomienda:

  • Elegir escenas donde los personajes muestren emociones claras.

  • Pausar el video y analizar juntos los gestos, tono de voz y expresiones.

  • Explicar el contexto social de la escena: ¿Por qué el personaje reaccionó de esa manera? ¿Cómo se siente en ese momento?

  • Comparar diferentes estilos de comunicación entre personajes y sus efectos en la interacción.



    3. Fomentar la Amistad y la Empatía


Para muchas adolescentes y mujeres autistas, construir amistades puede ser un proceso desafiante. Las normas sociales implícitas, las expectativas de reciprocidad y la gestión de conflictos pueden no ser evidentes sin una enseñanza explícita. Además, las experiencias previas de rechazo o incomprensión pueden hacer que algunas prefieran evitar la socialización.

Es fundamental entender que la amistad no tiene que ajustarse a un modelo rígido. No todas las personas autistas buscan o necesitan relaciones sociales frecuentes, y eso es completamente válido. El objetivo no es forzarlas a interactuar de una manera neurotípica, sino brindar herramientas que les permitan establecer conexiones genuinas en sus propios términos.


🔹 Estrategias para fortalecer las relaciones sociales:

✅ Identificar intereses comunes: Muchas amistades surgen de la conexión a través de intereses compartidos. Para una persona autista, participar en actividades que realmente disfrute puede ser una manera más natural y cómoda de conocer a otros.


📌 Cómo hacerlo:

  • Inscribirse en clubes o grupos relacionados con sus intereses (lectura, ciencia, videojuegos, arte, etc.).

  • Buscar eventos o comunidades en línea donde pueda interactuar sin la presión de la socialización en persona.

  • Explorar espacios con dinámicas más estructuradas, como talleres o clases, donde la interacción no sea forzada.


✅ Fomentar la comunicación alternativa: Para algunas personas autistas, la comunicación verbal puede ser agotadora o difícil de gestionar en tiempo real. Es importante validar y promover formas alternativas de comunicación.

📌 Opciones de comunicación alternativa:

  • Mensajes de texto o notas escritas, que pueden dar más tiempo para procesar y responder.

  • Aplicaciones de mensajería donde puedan comunicarse sin la presión del contacto cara a cara.

  • Expresar emociones o pensamientos a través del arte, la música o el humor, si eso les resulta más cómodo.

✅ Guiar en la resolución de conflictos: Los conflictos son parte de cualquier relación, pero pueden ser particularmente difíciles para adolescentes y mujeres autistas debido a la dificultad para interpretar señales sociales, gestionar emociones intensas o afrontar la ansiedad que genera el desacuerdo. Enseñar estrategias para resolver conflictos de manera efectiva puede ayudar a evitar rupturas innecesarias en sus amistades.

📌 Estrategias para manejar conflictos:

  • Explicar la perspectiva de la otra persona de manera clara y sin juicios.

  • Ofrecer guiones o frases modelo para expresar desacuerdo sin agresividad, como: "No estoy de acuerdo con eso, pero respeto tu opinión".

  • Usar apoyos visuales o esquemas que muestren pasos para resolver un problema (identificar el problema, expresar emociones, buscar soluciones, llegar a un acuerdo).

  • Practicar la autodefensa asertiva, para que aprendan a decir "no" o poner límites sin sentirse culpables.


Conclusiones


El desarrollo de habilidades sociales es un pilar fundamental en la construcción de la independencia en niñas y adolescentes autistas. No se trata de forzarlas a encajar en normas sociales neurotípicas, sino de proporcionarles herramientas que les permitan comunicarse, establecer relaciones significativas y desenvolverse en distintos entornos de una manera que respete su autenticidad.

Cada persona autista tiene un estilo único de socialización y comunicación. Algunas pueden disfrutar de la interacción frecuente, mientras que otras prefieren conexiones más esporádicas o basadas en intereses compartidos. Validar y apoyar estas diferencias es clave para fortalecer su confianza y bienestar emocional.

Fomentar la amistad y la empatía, enseñar estrategias de comunicación verbal y no verbal, y guiar en la resolución de conflictos no solo mejora sus habilidades sociales, sino que también reduce la ansiedad, aumenta su autonomía y les permite tomar un papel más activo en la gestión de sus relaciones y su vida diaria.

El camino hacia la independencia no es único ni lineal. Lo más importante es brindar un entorno de apoyo, paciencia y comprensión, donde cada niña o adolescente autista pueda desarrollarse a su propio ritmo, sin presión y con la certeza de que su forma de interactuar con el mundo es válida y valiosa.

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