Autismo y Trastorno de Ansiedad Generalizado
- Jesus Gomez Frye
- 22 nov
- 4 Min. de lectura

Para muchas mujeres autistas, la ansiedad no es un síntoma aislado: es un hilo que atraviesa la vida diaria. No se trata solo de “preocuparse mucho”, sino de una tensión interna persistente, de anticipar problemas incluso cuando todo está tranquilo. Cuando esta preocupación se vuelve crónica, afecta el sueño, el cuerpo y la capacidad de funcionar, hablamos del Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG).Pero en mujeres autistas, esta ansiedad tiene raíces y expresiones particulares.
Un vínculo más común de lo que se cree
Los estudios muestran que las mujeres autistas tienen tasas más altas de ansiedad que los hombres del espectro y que muchas reciben primero diagnósticos de ansiedad o depresión antes de saber que son autistas. Esto ocurre porque la ansiedad se mezcla con características propias del neurotipo: la sensibilidad sensorial, el esfuerzo de encajar y la dificultad para tolerar la incertidumbre.
En otras palabras: no es solo ansiedad; es ansiedad dentro de un cerebro que ya trabaja más para sobrevivir a lo social y lo sensorial.
¿Por qué se combinan el autismo y el TAG en mujeres?
1. El enmascaramiento (camuflaje social)
Muchas mujeres aprenden desde niñas a copiar gestos, sonreír cuando no quieren, regular cada palabra o controlar su cuerpo para “parecer normales”.Este esfuerzo consume enorme energía mental y emocional. Con el tiempo, genera preocupación constante por “hacerlo bien” y temor a equivocarse.
2. Intolerancia a la incertidumbre
Cambios inesperados, ambigüedades sociales o situaciones poco claras pueden disparar tensión anticipatoria.La investigación indica que esta dificultad para manejar la incertidumbre es uno de los motores principales de la ansiedad generalizada en personas autistas.
3. Sobrecarga sensorial y agotamiento
Ruido, luces intensas, multitarea social y demandas de rendimiento pueden saturar rápidamente. Cuando el sistema está permanentemente hiperalerta, las preocupaciones se intensifican y se vuelven circulares.

¿Cómo se ve el TAG en mujeres autistas?
A veces no aparece como el típico “pienso demasiado”. Puede verse como:
cansancio constante,
insomnio,
síntomas físicos (dolor de estómago, tensión muscular),
perfeccionismo que paraliza,
miedo persistente a equivocarse,
necesidad extrema de control,
irritabilidad cuando la sobrecarga sensorial es alta.
Muchas describen la sensación como “estar siempre en modo alerta”.

Qué ayuda (según la evidencia)
Terapia cognitivo-conductual adaptada al autismo
Funciona mejor cuando es concreta, visual, estructurada y orientada a habilidades prácticas: entender la incertidumbre, trabajar la autocompasión y reducir la rumiación.
Reducir el camuflaje
Crear espacios donde no haya presión por actuar: entornos previsibles, amistades seguras, límites claros.
Apoyos sensoriales
Ajustes simples —auriculares, pausas, iluminación suave, tiempo a solas— disminuyen la carga diaria y favorecen la calma.
Rutinas y preparación
Planificación visual, anticipación de cambios y estrategias de grounding ayudan a bajar la ansiedad anticipatoria.
Medicación cuando es necesaria
En algunos casos, antidepresivos como los ISRS pueden ayudar; siempre evaluado por un/a psiquiatra con experiencia en autismo.
La ansiedad generalizada en mujeres autistas no es un fallo personal: es la consecuencia de años de camuflaje, de vivir en un entorno sensorialmente exigente y de enfrentar incertidumbres sin apoyos adecuados.La buena noticia es que, cuando se reconoce la interacción entre autismo y ansiedad, es posible construir una vida más tranquila, auténtica y amable para el propio ritmo.
Bibliografía recomendada
Torices Callejo, L., Herrero, L. & Pérez Nieto, M. Á. (2025). Anxiety and autistic traits in adults: a systematic review and meta-analysis. Frontiers in Psychology.
Revisión sistemática que analiza la asociación entre rasgos autistas (incluso subclínicos) y síntomas de ansiedad en adultos. Frontiers
Lei, J., Mason, C., Russell, A., et al. (2024). Understanding Mechanisms that Maintain Social Anxiety Disorder in Autistic Individuals Through the Clark and Wells (1995) Model and Beyond: A Systematic Review. Clinical Child and Family Psychology Review.
Estudia los mecanismos cognitivos que explican por qué muchas personas con autismo desarrollan ansiedad social, usando el modelo cognitivo de Clark & Wells. SpringerLink
Hymas, R., Badcock, J. C. & Milne, E. (2024). Loneliness in Autism and Its Association with Anxiety and Depression: A Systematic Review with Meta-Analyses. Review Journal of Autism and Developmental Disorders.
Revisión que conecta la soledad (“loneliness”) en personas autistas con niveles elevados de ansiedad y depresión. SpringerLink
Haid, N. W., Failla, M. D. & Sturm, A. (2025). Autistic women report high levels of pain, pain-related anxiety, and pain interference. PAIN Reports.
Estudio con mujeres autistas (asignadas al nacer como femeninas) que analiza cómo la ansiedad generalizada se relaciona con la ansiedad por dolor y cómo esto interfiere con su vida diaria. Lippincott Journals+1
Tafolla, M. & Lord, C. (2024). Longitudinal Analyses of Mental Health in Autistic Individuals: A Systematic Review. Brain Sciences.
Revisión de estudios longitudinales sobre salud mental en personas con autismo, incluyendo cómo cambian los síntomas de ansiedad a lo largo del tiempo. MDPI
Gutiérrez Zubia, A. & Carrillo Saucedo, I. C. (2023). Exploración del enmascaramiento en mujeres autistas y la presencia de sintomatología ansiosa y depresiva. EHQUIDAD. Revista Internacional de Políticas de Bienestar y Trabajo Social.
Estudio específico con mujeres autistas que analiza la relación entre el camuflaje social (“masking”) y los síntomas de ansiedad y depresión. revistas.proeditio.com



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