Prácticas significativas para reconectar contigo misma desde el autismo
- Jesus Gomez Frye
- 7 nov
- 3 Min. de lectura

Vivir en un mundo diseñado para la neurotipicidad puede generar, en muchas mujeres autistas, una desconexión profunda con el cuerpo, las emociones y la identidad. A lo largo del tiempo, el enmascaramiento —esa adaptación constante para encajar— puede desgastar la autenticidad y dificultar el autoconocimiento.
Reconectar contigo misma desde el autismo no es un lujo, es un acto de autocuidado y supervivencia emocional. Implica volver al cuerpo, al ritmo propio y a los espacios donde la mente puede descansar sin exigencias.

💬 “Reconectarte contigo misma es recordarte que no tienes que ser entendida por todos para estar en paz.”
Escuchar el cuerpo: la interocepción como brújula
La interocepción —la capacidad de percibir las señales internas del cuerpo— suele estar alterada en personas autistas (Mahler, 2023). Esto puede dificultar identificar hambre, sed, cansancio o ansiedad.
Práctica sencilla:
Haz una pausa diaria para preguntarte:
¿Qué estoy sintiendo ahora mismo?
¿Dónde lo noto en mi cuerpo?
¿Qué necesito para sentirme más cómoda?
Actividades como la respiración consciente, el estiramiento suave o simplemente sentir los pies en el suelo ayudan a reconectar con tu base corporal, especialmente en días de sobrecarga sensorial.

🌬️ Tu cuerpo no te exige perfección; solo quiere ser escuchado.
Redefinir el descanso
El descanso para una persona autista no siempre significa dormir o no hacer nada. Muchas veces implica silencio, repetición y predictibilidad. Un estudio de Buckle et al. (2021) encontró que el descanso autista se caracteriza por momentos de soledad controlada y actividades centradas en los intereses propios (como ordenar, tejer o ver una serie conocida).
Recomendación: Honra tu manera única de descansar. Si necesitas desconectarte del mundo, hacerlo no es aislarte: es regular tu sistema nervioso.
Volver a los intereses profundos
Los intereses específicos son mucho más que pasatiempos: son fuentes de regulación y sentido. Dedicarse a ellos no es una obsesión, sino una manera de reconectar con la autenticidad.
Ejercicio reflexivo:
“¿Qué me apasionaba antes de intentar ser lo que los demás esperaban de mí?”
Reserva tiempo, aunque sea unos minutos al día, para sumergirte en tus temas favoritos. Esa conexión refuerza la identidad y reduce la ansiedad.
Cultivar la autocompasión
Muchas mujeres autistas crecieron con el mensaje de que eran demasiado o no suficientes. La autocompasión, según Kristin Neff (2011), significa tratarte con la misma amabilidad que ofrecerías a una amiga que sufre.
Formas prácticas de comenzar:
Valida tu cansancio sin sentir culpa.
Háblate con suavidad cuando te equivocas.
Recuerda: tu forma de procesar el mundo no es un defecto, es una diferencia.
🌼 No necesitas ser otra versión de ti para merecer descanso y ternura.
Cuidar la ecología sensorial
El entorno físico influye directamente en el bienestar autista. Luces intensas, ruidos o texturas pueden generar sobrecarga, incluso sin notarlo conscientemente.
Crea tu refugio sensorial:
Espacios tenues o con luz cálida.
Sonidos suaves o música repetitiva.
Rincón personal con objetos o materiales agradables.
Reconectarte contigo misma también implica darle permiso a tus sentidos para descansar.
Escribir para integrar
La escritura reflexiva o terapéutica ayuda a procesar emociones y recuperar la narrativa personal.Según Pennebaker (2018), escribir sobre experiencias internas mejora la regulación emocional y la coherencia del yo.
Propuesta diaria:Escribe durante 10 minutos sin corregir ni juzgar.Pregúntate:
“¿Qué necesito hoy para sentirme un poco más yo misma?”
Reconectar contigo misma desde el autismo es un proceso suave y progresivo. Cada pausa, cada silencio, cada gesto de cuidado te acerca un poco más a ti.

🌷 No estás fragmentada: solo estás volviendo a casa, parte a parte, ritmo a ritmo.
📚 Lecturas recomendadas
Mahler, K. (2023). Interoception and the Autistic Experience. AAPC Publishing.
Buckle, K., Leadbitter, K., & Pellicano, E. (2021). What is rest for autistic people? Autism in Adulthood, 3(1).
Neff, K. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.
Pennebaker, J. (2018). Opening Up by Writing It Down. Guilford Press.



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