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El Camino Hacia la Medicina: Un Viaje Marcado por Experiencias Personales y Familiares

  • Foto del escritor: Jesus Gomez Frye
    Jesus Gomez Frye
  • 26 dic 2023
  • 4 Min. de lectura

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Al iniciar la presentación de esta página, mi asesora de medios me propuso una introspección profunda para conectar con el público. Me reté a mí mismo preguntándome repetidamente: ¿Por qué elegí ser médico? A medida que reflexionaba, tres momentos cruciales de mi vida emergieron, delineando mi pasión particular por la medicina, especialmente en áreas como la salud mental y la neurodiversidad.


Un Comienzo Marcado por el Desafío

Mi infancia estuvo marcada por el desafío de enfrentar un asma crónica. Durante mis primeros diez años de vida, enfrenté broncoespasmos recurrentes, que llevaban a mis padres a llevarme de urgencia al único hospital disponible en mi pueblo entre las décadas de 1960 y 1970. Estas experiencias tempranas me mostraron la importancia vital de la atención médica y despertaron en mí un interés innato por la medicina.


Influencias Familiares que Marcan el Rumbo

El segundo momento significativo fue la influencia directa de mi familia, en particular de una tía materna que dedicó su vida al cuidado de otros como enfermera en el Hospital San Rafael de Girardot, en Colombia. A menudo, ella estaba allí, esperándome en urgencias, brindándome el oxígeno y los medicamentos necesarios para aliviar mis crisis de asma. Su dedicación y amor por la profesión dejaron una huella imborrable en mi corazón y mi vocación.


Un Llamado Familiar hacia la Neurodiversidad

La tercera y quizás la más personal de todas mis motivaciones provino de mis propios hijos. Mi hija, durante su educación básica, enfrentó desafíos relacionados con la hiperactividad. A pesar de los esfuerzos terapéuticos, su frustración era palpable. Un día, con la sinceridad y el deseo inocente que solo un niño puede tener, me dijo: "Papi, estudia psiquiatría infantil para poder ayudarme mejor". Y más tarde, mi hijo menor, a pesar de sus propios desafíos de hiperactividad y desatención, encontró su camino en la medicina, convirtiéndose en un estudiante brillante y siguiendo mis pasos, llenando de orgullo a toda la familia.


33 Años de Medicina y Un Viaje Familiar Inolvidable

Al mirar atrás, me doy cuenta de que han pasado 33 años desde que inicié mi apasionante viaje en el mundo de la medicina. Un trayecto que no solo ha estado marcado por el compromiso profesional, sino también por las decisiones familiares que han moldeado mi camino.

Hace 17 años, mi hija, con una sinceridad conmovedora, me pidió que considerara la especialidad en psiquiatría infantil. Una solicitud que resonó profundamente en mi corazón y que se convirtió en una motivación adicional para seguir profundizando en el campo de la salud mental, especialmente en el ámbito infantil.

A lo largo de estas tres décadas, he tenido la oportunidad de trabajar en múltiples lugares dentro del sistema de salud, tanto público como privado. Cada experiencia, cada paciente, me ha enseñado lecciones invaluables, reforzando mi compromiso y pasión por la medicina.

La vida nos ha llevado a recorrer distintos horizontes. Juntos, mi amada esposa, mis dos preciosos hijos y yo hemos vivido en tres países distintos. Aunque estos cambios han traído consigo altibajos y desafíos, enfrentamos juntos las consecuencias emocionales y prácticas de la migración. Específicamente, hemos experimentado en nuestras vidas el denominado "Síndrome de Ulises", una realidad compleja que afecta a muchos migrantes y sus familias.


Hacia un Mundo de Empatía y Neurodiversidad: Una Visión desde la Medicina

Vivimos en un mundo en constante evolución, donde el respeto y la inclusión deben ser pilares fundamentales. Imagina un lugar donde cada individuo pueda ejercer plenamente sus derechos, sin importar sus diferencias. Para alcanzar esta utopía, es esencial cultivar una empatía profunda, tal como lo describe el Dr. Simón Baron-Cohen en su revelador libro "Empatía Cero: Nueva Teoría de la Crueldad".

Todos tenemos derecho a elegir qué hacer de nuestras vidas, pero ¿Cómo garantizarles hoy, en esta sociedad, ese ejercicio de pleno derecho a las personas con autismo?

Lo primero es visibilizar esta condición, identificar y derribar barreras, brindar apoyo y pensar en los caminos posibles.

En esta página queremos que las personas neurotípicas se informen y se capaciten en los diferentes tópicos del autismo, que tiendan puentes cada vez que lo puedan hacer cuando tengan enfrente a una persona con Autismo

Debemos ser proactivos, en abordar problemas como el acceso a la salud, a la educación superior, al empleo con apoyo en un mercado laboral abierto y competitivo, a la independencia y a la autodeterminación. A vivir dónde y con quién se quiera, a la sexualidad y a las relaciones afectivas, a la justicia, el turismo, el deporte, el ocio, la recreación, a la comunicación y al bienestar.

Estas serían las bases para que cada persona neurodivergente pueda construir un plan de vida en una convivencia humana neurodiversa y pacífica, para crear contextos amigables y amables para todos.

Es importante que aprendamos a ser amables con el autismo en todos los ciclos vitales de las personas, con una buena calidad humada podemos acompañar a niños, niñas, adolescentes y mujeres hasta su adultez, ofreciéndoles herramientas para que puedan navegar en las aguas de la diversidad.

Los valores, las creencias y los mitos forman parte de la sociedad que habitamos y en este sentido, podemos ser un instrumento transformador de la realidad. Actos tan sencillos como sonreír, ser pacientes y creer en el potencial del otro pueden modificar el presente y el futuro de cualquier persona, tenga o no una neurodiversidad.


Desde mi experiencia como Psiquiatra especializado en neurodesarrollo y neurodiversidad, invito a todos a ser agentes de cambio. Cada sonrisa, acto de paciencia y creencia en el potencial del otro puede transformar realidades. Es hora de dejar atrás mitos y estigmas, y trabajar juntos hacia un futuro más inclusivo, comprensivo y empático para todos. Acompáñame en este viaje de descubrimiento y acción.

¡Juntos podemos hacer la diferencia!


Dr . Jesús Eduardo Gómez Frye

Psiquiatra infantil y la adolescencia

Especialista en Neurodesarrollo y Neurodiversidad

 
 
 

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