Hipo e hipersensibilidad en mujeres en el espectro autista: Manifestaciones, alternativas terapéuticas y cómo brindar apoyo
- Jesus Gomez Frye
- 27 sept 2024
- 6 Min. de lectura

El autismo en mujeres ha sido históricamente subdiagnosticado y malinterpretado debido a que muchas características de su espectro han sido modeladas a partir de estudios en hombres. Una de las áreas más subestimadas es cómo las mujeres autistas experimentan los estímulos sensoriales.
La hipersensibilidad y la hiposensibilidad sensorial pueden ser intensas en mujeres autistas, influyendo en su capacidad para relacionarse con el entorno y participar en la vida diaria. Además, el camuflaje social –una estrategia común en mujeres autistas– puede hacer que estas dificultades pasen desapercibidas, lo que agrava su impacto.
La Doble Carga: Sensibilidad Sensorial y Camuflaje Social
Mientras que los desafíos sensoriales afectan tanto a hombres como a mujeres autistas, muchas mujeres tienden a utilizar estrategias de camuflaje para minimizar o disimular su incomodidad sensorial. Este esfuerzo adicional de "ajustarse" a las normas sociales puede tener efectos devastadores. El enmascarar su verdadera experiencia puede llevar a que su malestar no sea reconocido, agravando su fatiga emocional, ansiedad y, en muchos casos, llevando al agotamiento mental o incluso a crisis sensoriales.
"Las mujeres autistas suelen internalizar la presión social para ocultar sus diferencias sensoriales, lo que resulta en altos niveles de ansiedad y agotamiento a largo plazo" (Hull et al., 2020).
Manifestaciones de la Hipo e Hipersensibilidad Sensorial en Mujeres Autistas
Hipersensibilidad Sensorial: La #hipersensibilidad en mujeres autistas puede afectar múltiples canales sensoriales, como el sonido, la vista, el tacto y el olfato. Al estar en entornos comunes, como un espacio de trabajo o una reunión social, estas mujeres pueden sentirse abrumadas por estímulos que otras personas apenas notan. Entre las manifestaciones más comunes están:
Sonidos: Ruido ambiental, como conversaciones simultáneas, puede ser una fuente constante de distracción o dolor. En algunos casos, sonidos inesperados pueden provocar sobresaltos y aumentar la ansiedad.
Luces: Las luces brillantes, fluorescentes o parpadeantes pueden ser extremadamente incómodas, generando estrés e incluso problemas físicos como migrañas o fatiga ocular.
Texturas y contacto físico: Ropa ajustada o con etiquetas, así como el contacto físico inesperado, pueden provocar incomodidad o rechazo. Para las mujeres, esto puede ser especialmente problemático en situaciones sociales donde el contacto físico se considera una norma.
Olores: Los perfumes fuertes o productos químicos pueden ser abrumadores y causar reacciones intensas, como dolores de cabeza o náuseas.
"El procesamiento sensorial en las mujeres autistas está subestimado, en parte porque muchas han aprendido a ocultar sus reacciones para evitar estigmatización o ser vistas como 'demasiado sensibles'" (Bargiela, Steward, & Mandy, 2016).
Hiposensibilidad Sensorial: En el otro extremo, algunas mujeres autistas experimentan #hiposensibilidad, lo que significa que ciertos estímulos no se registran con la intensidad típica. Esto puede llevar a la búsqueda activa de estimulación sensorial o la falta de respuesta ante estímulos intensos, como ruidos fuertes o dolor. Algunas manifestaciones comunes incluyen:
Sonidos: No reaccionan ante sonidos fuertes o inesperados, lo que podría ponerlas en situaciones de riesgo, como no percibir una alarma o un automóvil acercándose.
Tacto: Algunas buscan estimulación táctil intensa, como frotar superficies rugosas, apretar objetos o disfrutar de la presión profunda, lo que les ayuda a regular su cuerpo y emociones.
Propiocepción y movimiento: Muchas mujeres autistas con hiposensibilidad tienen una baja percepción de su cuerpo en el espacio, lo que puede llevarlas a buscar movimientos intensos como balanceo, saltos o giros, actividades que les ayudan a sentir estabilidad.
"Las mujeres autistas con hiposensibilidad pueden recurrir a conductas que buscan estímulos adicionales, como movimientos repetitivos o 'stimming', los cuales son cruciales para su autorregulación, aunque a menudo malinterpretados" (Dunn, 1997).
Impacto del Camuflaje Sensorial y las Expectativas Sociales
El camuflaje social, o la tendencia a "enmascarar" las diferencias sensoriales y comportamentales para encajar, es común en mujeres autistas. Estas estrategias implican suprimir conductas autistas, como el "stimming" o el retiro en situaciones sensorialmente abrumadoras, para parecer más "neurotípicas". Si bien este camuflaje puede facilitar la aceptación social a corto plazo, los efectos a largo plazo suelen ser devastadores, provocando ansiedad crónica, agotamiento emocional y crisis sensoriales, donde los estímulos acumulados resultan en colapsos físicos o emocionales.
"El enmascaramiento constante en mujeres autistas es agotador y puede conducir a problemas de salud mental, ya que están constantemente reprimiendo sus necesidades sensoriales y emocionales" (Hull et al., 2020).
Enfoques Terapéuticos y Herramientas de Apoyo
Existen diversas terapias y enfoques que pueden ayudar a las mujeres autistas a gestionar su hipo o hipersensibilidad sensorial, pero es crucial que estas intervenciones sean individualizadas, teniendo en cuenta sus necesidades particulares.
Terapia de Integración Sensorial: La terapia de integración sensorial busca mejorar la capacidad del sistema nervioso para procesar los estímulos sensoriales de manera más eficiente. Las sesiones pueden incluir actividades que involucran movimiento, presión profunda y experiencias táctiles controladas, ayudando a las mujeres autistas a adaptar sus respuestas sensoriales de forma más efectiva.
"Los enfoques de integración sensorial pueden reducir los niveles de ansiedad en mujeres autistas y mejorar su capacidad para funcionar en entornos sobreestimulantes" (Schaaf et al., 2014).
Terapia Ocupacional Individualizada: Los terapeutas ocupacionales pueden trabajar con mujeres autistas para desarrollar estrategias que les permitan regular su entorno y lidiar con estímulos abrumadores. Esto incluye el uso de herramientas sensoriales, como mantas pesadas, auriculares con cancelación de ruido, o ropa sin etiquetas, así como la adaptación del espacio físico.
"La terapia ocupacional permite a las mujeres autistas identificar qué estímulos son desafiantes y cómo regularse a través de herramientas sensoriales personalizadas" (Ashburner, Rodger, & Ziviani, 2010).
Prácticas de Mindfulness y Relajación: Muchas mujeres autistas se benefician de prácticas de relajación que les permiten calmar la sobrecarga sensorial y emocional. Técnicas como la meditación guiada, la respiración consciente, o el yoga adaptado pueden ser herramientas útiles para mantener el equilibrio emocional.
"El mindfulness es una herramienta poderosa para ayudar a las mujeres autistas a manejar la sobrecarga sensorial y reducir la ansiedad" (Kiep, Spek, & Hoeben, 2015).
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC puede ser efectiva para ayudar a las mujeres autistas a identificar y manejar los desencadenantes de su sobrecarga sensorial, así como a desarrollar estrategias para reducir el impacto de esos estímulos en su vida diaria.
"La TCC adaptada al autismo puede ser beneficiosa para manejar la ansiedad y los problemas sensoriales, especialmente en mujeres que camuflan sus síntomas" (Attwood, 2015).
Cómo Brindar Apoyo a Mujeres Autistas en su Vida Cotidiana
Es crucial proporcionar un entorno comprensivo y adaptado a las necesidades sensoriales únicas de las mujeres autistas. Aquí te dejamos algunas estrategias clave:
Crear Espacios Sensorialmente Seguros: En casa, en el trabajo o en espacios públicos, es fundamental minimizar estímulos sensoriales que puedan ser abrumadores. Proporcionar áreas tranquilas con luces suaves, menos ruido de fondo y texturas cómodas puede marcar una gran diferencia.
Apoyar el "Stimming" y las Conductas de Regulación: Permitir y respetar las conductas de autorregulación, como el #stimming, en lugar de intentar reprimirlas, es crucial. Estas conductas son formas efectivas de autorregulación emocional y sensorial.
Respetar los Límites Sensibles: Las mujeres autistas pueden necesitar retirarse de situaciones que les resultan sensorialmente agotadoras. Respetar su necesidad de descanso o silencio sin juzgar es vital para su bienestar.
Facilitar el Uso de Herramientas Sensibles: Proporcionar acceso a herramientas sensoriales, como auriculares, gafas de sol, mantas pesadas o juguetes de estimulación, puede ayudar a las mujeres autistas a gestionar.
Conclusión
La hipo e hipersensibilidad sensorial en mujeres autistas afecta significativamente su día a día, desde su capacidad para interactuar socialmente hasta su bienestar físico y emocional. El camuflaje sensorial, aunque útil en situaciones sociales, puede llevar a un agotamiento profundo si no se aborda de manera adecuada. Al proporcionar terapias centradas en las necesidades sensoriales y crear entornos comprensivos y adaptados, podemos mejorar considerablemente la calidad de vida de las mujeres autistas.
"Comprender las experiencias sensoriales de las mujeres autistas y apoyarlas adecuadamente es fundamental para su bienestar y para fomentar su inclusión social y emocional" (Lai et al., 2015).
Referencias:
Bargiela, S., Steward, R., & Mandy, W. (2016). The experiences of late-diagnosed women with autism spectrum conditions: An investigation of the female autism phenotype. Journal of Autism and Developmental Disorders.
Hull, L., Mandy, W., Petrides, K. V., et al. (2020). "Putting on my best normal": Social camouflaging in adults with autism spectrum conditions. Journal of Autism and Developmental Disorders.
Lai, M. C., Lombardo, M. V., & Baron-Cohen, S. (2015). Autism. The Lancet.
Schaaf, R. C., Benevides, T. W., Mailloux, Z., et al. (2014). An intervention for sensory difficulties in children with autism: A randomized trial. Journal of Autism and Developmental Disorders.
Tomchek, S. D., & Dunn, W. (2007). Sensory processing in children with and without autism: A comparative study using the short sensory profile. American Journal of Occupational Therapy.



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