Sutilezas Autistas: El Dilema del Diagnóstico en Mujeres

Estudios recientes han desafiado la creencia arraigada de que el #autismo es predominantemente masculino. Revelan que, contrario a las percepciones anteriores, las mujeres también son afectadas en números significativos. Sin embargo, un dilema persiste: el autismo en mujeres se presenta de manera única, dificultando su diagnóstico.

El autismo, integrado en los trastornos del neurodesarrollo, ha sido etiquetado como mayoritariamente masculino. Pero la investigación moderna destaca que las mujeres muestran síntomas de manera diferente, escapando al perfil típico masculino. Estas diferencias impactan negativamente en la identificación y diagnóstico de las mujeres con autismo.

Síntomas Sutiles, Desafíos Persistentes

Mientras algunas manifestaciones el espectro autista, como las dificultades en la interpretación de expresiones faciales, persisten, en mujeres estos síntomas se manifiestan de forma más sutil. Este perfil diferente, acompañado de trastornos mentales adicionales como ansiedad o depresión, complica aún más el diagnóstico, retrasando el acceso a intervenciones y apoyo.

Aumento de Mujeres Autistas en Chile

En Chile, se ha registrado un aumento en el diagnóstico de mujeres adultas con autismo en los últimos tiempos. Sin embargo, diversos obstáculos como el sesgo de género, la escasez de profesionales especializados, la falta de conocimiento en algunos sectores de la salud, y los estereotipos arraigados en la sociedad contribuyen a que el proceso sea más lento y complejo. Además, los elevados costos asociados al proceso de evaluación se erigen como una de las principales barreras, agravada por la centralización de profesionales en áreas urbanas, excluyendo a quienes residen en regiones más remotas del país.

Es necesario seguir investigando el autismo desde una perspectiva de género. Mejorar las herramientas de evaluación psicológica, especialmente para mujeres con complejidades sociales y de salud mental, es esencial. Los expertos enfatizan la necesidad de que los profesionales mantengan una alta sospecha de TEA en mujeres, abogando por diagnósticos precisos que faciliten el acceso a tratamientos y alivien la carga personal y social, especialmente para ellas.